PREPARACIÓN
Lavar las flores de calabacín muy suavemente bajo un chorro de agua fría, eliminar el pistilo duro de dentro y disponer las flores sobre un paño limpio para que se sequen. Mientras tanto, mezclar el requesón con el Parmigiano Reggiano rallado en un bol, hasta obtener una crema suave. Sazonar a gusto con sal, pimienta negra molida y una pizca de nuez moscada rallada.
Abrir bien los pétalos de la flor y comenzar a rellenar el interior del hueco con el relleno, teniendo cuidado en no excederse en cantidad. Cerrar las puntas de los pétalos hacia adentro para que el relleno permanezca al interior.
Pasar las flores de calabacín por la harina y freír en abundante aceite hirviendo. Cuando se ha formado en la superficie exterior de las flores una delicada corteza y han cobrado un bonito color dorado, retirarlas de la sartén y dejar escurrir en papel absorbente. Servir casi de inmediato.
DATO INTERESANTES
Otra técnica utilizada para freír las flores de calabacín es pasarlas por la harina, luego por huevo batido y por último de nuevo por harina. De esta forma el exterior es aún más crujiente. Como alternativa, se pueden cocer en el horno a 180°C durante 15 minutos para un resultado ¡aún más ligero e impalpable!
Fuente: sanpellegrinofruitbeverages
Flores de calabacín al ajillo
